sábado, 4 de febrero de 2017

El pueblo de Sucre rindió honores al Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre Por: Wilmer Horta
 
 El pueblo del estado Sucre rindió honores al natalicio del Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre, junto al nuevo Gobernador de la entidad territorial, Edwin Rojas, desde la Plaza Ayacucho en la ciudad de  Cumaná. El Gobernador expresó junto al Poder Popular “vamos a un Sucre Potencia junto al Poder Popular vamos a convertirnos en un soldado más que recorra cada barrio, en los lugares más humildes, a sanar las heridas sociales que ha dejado la guerra económica”.


ANTONIO JOSE DE SUCRE

El Mariscal Sucre, nacido hace 222 años en el seno de una familia de gran riqueza y distinción dentro de la sociedad venezolana, se convirtió en uno de los próceres de la independencia latinoamericana  donde combatió numerosas victorias que alcanzó en los campos de batalla, entre ellas la Batalla de Ayacucho.
Su actuación fue reconocida y elogiada por El Libertador Simón Bolívar, quien admiraba su desempeño y lo identificaba como el Hijo del Sol en Ayacucho al expresarle “mi agradecimiento a Sucre no tiene términos: primero por justicia, y segundo por generosidad, pues él me ha quitado en Ayacucho, el más hermoso ramo de mis laureles: él es el libertador del imperio de los Incas, desde el Juanambú hasta Charcas, de suerte que él es absolutamente mi competidor en gloria militar, de lo que nada estoy sentido, para merecer lo que me queda, pues si me muestro envidioso no mereceré ni una hoja de laurel”.
 Para el año 1817 fue ascendido a Coronel por parte de Simón Bolívar y en 1818 se dirigió a Angostura, donde El Libertador emplazó su Cuartel General y ofreció su Discurso de Angostura; es en este momento cuando se convierte en uno de los mejores lugartenientes de Bolívar, y comienza una duradera amistad entre ellos.
Sucre dirigió con éxito grandes ejércitos y participó en la redacción de los tratados más importantes entre la Gran Colombia y España, logró conducir la liberación de Perú, Bolivia y Ecuador donde salió victorioso en la Batalla de Ayacucho (1824), por ello recibió el título de Gran Mariscal de Ayacucho. Esta batalla representó la expulsión definitiva de los imperialistas españoles del continente americano.
Fue el primer presidente vitalicio de Bolivia, cargo que ocupó por dos años. Desde allí promovió varias políticas: entre ellas la libertad de los esclavos y el reparto de tierras a los indios.
Sin embargo, ante la presión de los peruanos, que se oponían a la independencia boliviana, y a los varios motines que se sucedieron a continuación, el Gran Mariscal de Ayacucho decidió renunciar a la presidencia en 1828.
Fue el personaje de la época ya que representaba la figura con más posibilidades de continuar el proyecto emprendido por Bolívar.
Su muerte se produjo por una emboscada el 4 de junio de 1830 en la sierra de Berruecos, ubicada en Colombia, tras conocer las noticias sobre esta gran pérdida el Libertador Simón Bolívar dijo: “Lo han matado porque era mi sucesor”.